viernes

Una nueva etapa

Miro la última página de mi cuaderno de trabajo y con letras firmes aparece un… “No laburo más”!!! 27-12-2003. Es ésta una nueva etapa, en ella cuento mi historia. Aclaro que mas que nada es para que quede registrado el nombre de muchas herramientas de mano que ya no se usan más y que van acompañadas con sus fotos y la explicación respectiva del origen. También agrego algún que otro trabajo hecho con ellas, testimonio de cómo es y ha sido mi estilo y forma de trabajar en carpintería, cumplir con la palabra empeñada, con la gente y más que nada con las fechas y horarios. Esto nadie me lo enseñó, es innato en mí, forma parte de mi personalidad, y en base a lo expresado había clientes que me esperaban meses, con tal que yo les haga el trabajo, pues ya sabían de antemano por comentarios del boca a boca, que cumplía con la palabra empeñada.

jueves

Agradecimientos

Nobleza obliga… este arduo trabajo me llevó mucho tiempo, interrumpido más de una vez por esas cosas del diario vivir; pero haciendo uso del sentido común tengo que agradecer a varias personas, algunas que ya no están, pero que han sido mis formadores, maestros y amigos.A María del Carmen Joray, mi primer maestra, la que me inició en el mundo de las letras y números y a todos los docentes de mi primaria y secundaria que me ayudaron a transitar el camino del conocimiento.Un lugar especial para Neftali Osorio y Eduardo P. de la Cruz mis principales formadores en el oficio de trabajar la madera.A José Victor Tallafer y a Ricardo Omar Giuzzio (hijo) que permanentemente me aportaron datos para poder realizar este trabajo.Y como no podía ser de otra manera, a mi querida esposa Marta por su inmensa ayuda y apoyo constante.A todos los que fueron de algún modo partícipes y a todos aquellos que sin querer se me escapan de la memoria.

miércoles

Experto Ebanista

Avala mi tarea la constancia de la certificación de mis estudios. Obtuve el título de Experto Ebanista en extendido por el MINISTERIO DE EDUCACION de LA NACION, del Curso del año 1952 realizado en la ESCUELA INDUSTRIAL, CICLO MEDIO, en la ciudad de CONCEPCION DEL URUGUAY, Provincia de ENTRE RIOS. Quiero dejar sentado que nunca a mis clientes les dije que tenía título habilitante de carpintero para trabajar, a no ser que surgiera de una conversación mantenida, ellos acudían a mí por la recomendación boca a boca, es decir, por el “buen trabajo” que sin ninguna duda es la mejor propaganda y no hay otra que la iguale, aquí y en cualquier lugar. Cabe hacer una mención muy especial al MAESTRO DON NEFTALI OSORIO, así con mayúscula, pues menos no se lo merece…sea éste el recuerdo de uno de sus ex alumnos que quiere dejar testimonio de las enseñanzas por él impartidas. Gracias a Dios y a la vida pude darme y darles una gran satisfacción a él y otro gran MAESTRO, DON EDUARDO P. DE LA CRUZ, invitándolos con sus respectivas esposas a comer un asado en mi casa, en el transcurso del cual les agradecí lo que habían hecho por mí, a lo que obtuve por respuesta: “Mira, nosotros somos los agradecidos, pues vemos que no enseñamos en vano, y ver un ex alumno que ya se jubiló y le ha ido tan bien nos reconforta sobremanera". A ellos pues este humilde, pero sincero recuerdo.

martes

Tablero y banco de carpintero

Este tablero fue el lugar donde coloqué gran parte de mis herramientas, serruchos, martillos, destornilladores, formones, escoplos, prensas, pinzas, alicates… A simple vista se ve el faltante de por lo menos cinco de ellas, de allí su gran importancia. Es lindo ver las herramientas cuando están en el banco, es seña que se está trabajando. Cada carpintero tiene su costumbre para manejarse con las herramientas, como ser Don Luis Pichelli, las tenía en un mueble; en cambio el Maestro Neftali Osorio, las tenía allí… al alcance de su mano, al lado de la ventana, o sino arriba de las bancadas del torno que eran de Urunday pero gruesas, casi tipo durmientes, y es ese torno, valga la redundancia el más lindo y fuerte en que he trabajado. La mayoría de los bancos están hechos de algarrobo, pero la madera de este banco, el mío… es incienso, madera dura por supuesto. Tiene de alto 0,88 m con un tablón de 0,32 m x 3” de grueso que tiene 9 calces para los corchetes de la prensa incluido el de la punta del banco, las medidas de su tapa son 2,48 m de largo x 0,58 m de ancho con un cajón es de 0,23 m x 2,18 m. La prensa es de lapacho de 2” de grueso x 0,20 m de ancho y 0,86 m de alto.
Ordenador de mechas , punzones y cepillos.
Portalápices confeccionado por Miguel cuando cursaba 4º grado (1986)

lunes

Lima redonda Cola de ratón

Lima redonda, denominada “cola de ratón” sirve para hacer y retocar bocallaves. Antiguamente con ella se hacían las chapas para colgar cuadros, alacenas, muebles colgantes etc. Se procedía de la siguiente manera: se cortaba un pedazo de chapa gruesa o un trozo de planchuela, uno se las arreglaba con lo que tenía a mano, entonces se marcaba con un punto de marcar valga la redundancia, donde iba a pasar la cabeza del clavo o tornillo y al lado se lo punteaba nuevamente, procediéndose a hacer los agujeros correspondientes con las mechas respectivas, hecho esto quedaba una pequeña separación entre un agujero y otro, se lo cortaba con un pequeño cortafierro y ahí entra a funcionar esta lima cola de ratón. Hay que tener en cuenta que antes acá, en el interior del país, esto no existía, me refiero a chapas para colgar y uno se las tenía que arreglar y esta herramienta servía para eso y muchas, muchas cosas más.

Lima cuadrada grano fino

Acompañada de la lima cola de ratón vemos una lima cuadrada grano fino, también de gran utilidad, se le da el mismo uso que la cola de ratón y como ésta más de una vez lo saca a uno de apuros.

domingo

Mecha de alfajear con escofina torcinada

Mecha de alfajear de 0,06 mm, con escofina torcinada, de 0,35 cm con mango de madera. Al colocar cerraduras a cilindros en puertas de madera, éstas tienen lado y un calce y el agujero que se practica para que pasen los cilindros, se los hacía con una mecha de expansión, pero solía ocurrir que por un poquito no calzaban bien, entonces es ahí, donde entran a funcionar estas escofinas rectificando el agujero.

Escofina redonda con mango de madera que se utiliza para lo mismo, de 0,08 mm de grueso y de 0,30 cm de largo.

sábado

Escofinas

Escofina grande con mango de madera, grano fino de 0,35 cm de corte , se la usa mucho para redondear espigas. Tengo en mi haber decenas de “percheros de pie”, como ya verán en las fotos, a su debido tiempo, el desbastado del mismo, que es la parte gruesa del trabajo para llegar a lo que se ve, es totalmente anatómico, está hecho en pino, teñido con nogalina caliente y lustrado a mano pero con goma laca china. Todos mis hijos tienen uno, y si habré regalado, para los casamientos, cumpleaños o también hechos a pedido. Así que por lo tanto esta escofina ha sido la más usada. Escofina mediana con mango de madera grano fino de 0,30 cm de corte media caña. Escofina chica con mango de madera grano fino de 0,20 cm de corte media caña. Escofina chica con mango de madera grano fino de 0,20 cm de corte, hoja plana.

viernes

Limas en carpintería

En carpintería también hay que tener todo tipo de herramientas como ser limas, a pesar que ahora se consigue todo hecho y antes había que fabricarlo, como ser chapas para colgar alacenas, ángulos de chapa y muchas otras cosas. Voy a describir estas hermosas herramientas: * Lima plana grano medio marca NICHOLSON WARRANTED CAST STILL de 0,30 cm de corte. * Lima plana grano fino marca NICHOLSON WARRANTED CAST STILL de 0,30 cm de corte. * Lima plana grano fino marca NICHOLSON WARRANTED CAST STILL de 0,30 cm de corte. * Lima media caña grano medio marca VASEL INDUSTRIA ARGENTINA de 0,28 cm de corte. La marca NICHOLSON en limas fue la mejor, no sólo dicho por mí sino que era reconocida por todos. También las usaba para pulir madera y este pulido se terminaba con rasqueta y lija.

Sacaclavos

Sacaclavos de acero redondo de 18 mm de diámetro y de 58 cm de largo. También se lo conoce como pata de chancho por una de sus formas. Con la parte más recta que apenas tiene una curvatura se comienza a sacar el clavo luego se lo cambia a la otra que es más curva y así no hay clavo que se resista. Si el clavo a sacar es muy largo se suplementa después de la primera acción y se termina la tarea, si no se consigue que se gane debajo de la cabeza del clavo se lo golpea con un martillo en la parte curva en el lugar adecuado, que dicho sea de paso esta curva, en las chapas acanaladas de cinc calza justo y no las achata ni las rompe.

jueves

Tijera de cortar lata

Tijera de cortar lata, tamaño grande, mide 30 cm de largo, siendo su marca: INDUSTRIA ESPAÑOLA debajo de esto, una letra A_K, esto en una de las caras, en la otra tiene estampado AUTEESTANA debajo dentro de un óvalo dice MALTUNA. Se utiliza para hacer chapas de fijación de muebles y de las más diversas formas de acuerdo a la necesidad. Esta tijera estando bien afilada hasta papel corta. Una anécdota: Un día hace años ya, encuentro esta tijera arriba del banco de carpintero y noto que la habían golpeado (quedaron las marcas de eso). Yo no la había usado, así que le pregunto a mi esposa si ella lo hizo y me responde que no, entonces le pregunto a mi hijo Miguel y me dice que sí, que el la había usado, entonces le pregunto:¿Y estos golpes? A lo que me responde: “Ah… quise cortar una chapa y como la fuerza de mis manos no me daban, con una la tenía y con la otra agarré un martillo y le pegaba”, entonces le explico que cuando las fuerzas de uno no alcanzan, hay que buscar otro medio con que hacerlo, una persona mayor, o hacer el corte con una guillotina, así que quedó su marca, que no se borra más.

miércoles

Hacha de mano

Hacha de mano, se la utilizaba para hacerles las puntas a estacas chicas y tutores para rosales o árboles nuevos. Se la llevaba cuando se iba a trabajar afuera es decir lejos del taller o a pescar, pero ahora queda como elemento decorativo del tablero de herramientas, es decir, no se la utiliza más.

martes

Martillo de carpintero de obra

Martillo de carpintero obrador, sin marca, pero de muy buena calidad, es decir que es para trabajar en todo tipo de obra: Casa habitación, puentes, diques, edificios en altura, grupos habitacionales etc. Su mango es anatómico, de madera de fresno, que es más usada por su calidad en todo tipo de herramientas que lleven mango, como ser, martillos en general masas, marrones, hachas, picos, asuelas etc. Este martillo tiene la particularidad que es de triple uso, clava, saca clavos y tiene un calce. En la parte curvada donde es donde se introduce el clavo, luego se da un golpe que lo fija y ahí lo da vuelta y empieza a martillar , esto es cuando se trabaja en altura o cuando es imposible usar las dos manos.

lunes

Maza de hierro

Maza de hierro de 2 kg. de peso, con mango de madera de fresno, su forma es anatómica.

Tiene las siguientes inscripciones: hierro forjado, el nº 2 tiene un dibujo grabado como las mayoría de las herramientas.

Es utilizado para trabajo pesado: como ser picar pared (antiguamente, es decir antes que aparezcan los tacos fisher y todo tipo de anclaje que ahora se consiguen), con un cortafierro y esta maceta, se picaba la pared y se amuraba un taco de madera con portland, dicho taco tenía que ser trapezoidal por razones obvias y ahí se procedía a atornillar las chapas que venían ya colocadas en los muebles, como ser alacena , mueble colgante o cuadros muy pesados; si el mueble a colgar era muy grande, por razones de seguridad se amurraba un bulón de acuerdo a la necesidad, y ahí sí, esto le daba la seguridad y tranquilidad que lo colocado no se iba a venir al suelo. Un ejemplo, la alacena de mi cocina, y la que tengo en el taller, que fue mi primer alacena, están colgadas con bulones amurados en la forma descripta anteriormente, y las chapas de sujeción a dichos muebles bien atornilladas y ya hace como 40 años y están ahí como el primer día, bien seguras. Acá cabe acotar una cosa y no es redundar “El tiempo perdido en hacer un buen trabajo no es tiempo perdido”.

domingo

Martillo artesanal

Martillo hecho por un herrero amigo, Raúl Giuzzio, ( FERRUCHO) todo el mundo lo conocía así, además tenía un dicho que usaba con todos, (es un decir) y era este “Qué haces matambraso!!! Cómo te va matambraso???”. Era un hombre bárbaro para el trabajo, de muy buen carácter, él usaba un martillo más o menos como el que describí anteriormente, y tenía un ayudante que era el que usaba un marrón de 10 kg. de peso y como todos los días había que estirar, afilar y templar, picos, barraminas, puntas de acero, corta hierros, rejas de arado, herraduras… entonces él, FERRUCHO, vamos a suponer que estiraba una barramina,”esta es una pieza de acero de 1” de grueso, por mas o menos dos metros de largo, y en cada punta se la estira, quedando esta como un abanico de mas o menos 3”.de ancho. Esta herramienta se la usa en las canteras de broza y ripio y es manejada por un hombre, que es el que hace el agujero, para ser cargado con pólvora para luego por medio de una mecha de encendido lento, se procede a encenderla. Como se estira y afila la barramina; se la calienta bien al rojo tirando a blanco, conseguido esto se la retira de la fragua, la parte de atrás va apoyada en un “muchacho,” que es un ayudante de hierro de tres patas, y arriba tiene una planchuela gruesa con dos orejas en la que va un hierro con un caño, cuya altura es regulable, esto que he descripto es lo que usa el herrero, cuando tiene que trabajar con hierros muy largos. Continúo narrando como trabajaba Ferrucho, le marcaba con la masa, donde el pegaba, y atrás venía el marronaso, pero el además lo tumbaba golpeando la bigornia y esto, todo acompasado, hacía un ruido que era casi musical. Él que tuvo la oportunidad de estar ahí, no se olvida nunca de eso. Tengo otro martillo hecho por él y llegado el momento lo voy a describir, este es el que más he usado, pues es fácil de manejar , aclaro que cuando se arma un bastidor, de cualquier tipo, para golpear se pone un taco cualquiera entre el bastidor y el martillo, así no se machuca o se le dejan los golpes en la madera del trabajo que se esta armando.

sábado

Martillo bolita

Martillo bolita, con mango de madera de fresno, liso de muy buen golpe, es usado para remachar, con la parte redonda, que es la que le da el nombre porque aunque parezca mentira el carpintero a veces tenía que hacer de herrero pues el trabajo así lo exigía.

La importancia del largo del mango tiene que ver con el golpe, es decir cuanto más atrás se lo tome más fuerte es el golpe.

Otra cosa interesante, todos los mangos de mis herramientas son de fresno, madera que se usa mucho en la confección de bates de béisbol, remos, cabos de hacha, picos etc. Es extraída de un árbol que abunda aquí en Concepción del Uruguay; todo el arbolado urbano es de esta especie y fue plantado creo yo por allá cuando don Belarmino Alvarez era el Jardinero Municipal, pues él diseñó y eligió todos los árboles que hay en la Plaza Ramírez.

viernes

Martillo artesanal bis

Martillo hecho de acero, con mango de madera de fresno, anatómico, de forma cuadrada, con fino bisel en su parte de golpear, en la otra parte presenta corte en dos orejas para sacar clavos. Este martillo me lo hizo como el anterior, Raúl Giuzzio (Ferrucho, sobrenombre heredado del abuelo de Ricardo Omar ,el Negro Giuzzio, de nacionalidad uruguayo igual que mi padre) hombre muy trabajador, de profesión herrero, incansable, muy madrugador y experto en herrería de carros que hacía cualquier cosa. También su hermano Ricardo era herrero, ya venía de una familia de herreros, hacían cosas maravillosas, desde caldear, estirar rejas de arado etc. Un muy buen hombre y compañero. El hijo de Ricardo es carpintero y se llama igual que su padre, Ricardo Omar, el Negro Giuzzio, se jubiló en la municipalidad y entro ahí como carpintero, cuando el que escribe esto estaba a cargo de la sección carpintería, y también entró Julio Díaz, más conocido por el Coco, un Maestro de las bochas. La Herrería y Carpintería de Carros de los Giuzzio conocidos por los “Ferrucho” estaba en calle Alberdi y Gasc (antiguamente 1 del oeste sur) lleva ese nombre por un profesor francés de nombre Enrique Gasc, vecino de los Giuzzio, que vivía sobre calle Alberdi al 1330. Dicho taller, se encontraba a continuación de la casa de familia, que estaba sobre calle Alberdi, todo ocupaba ¼ de la manzana. De carpintero estaba don José Antonioli, al que yo le compré la garlopa de mano que siempre he usado. Cuando salía de la escuela industrial o de la municipalidad yo pasaba por ahí y tomábamos mate mientras ellos preparaban todo para enllantar las ruedas del día y mas vale que estaba en primera línea, y da la casualidad que cuando entro en la Municipalidad, como no tenía máquinas de cepillar ni tupí, sólo una sierra sin fin y una circular, donde se cepillaba ahí, así que por lo tanto cuando había que cepillar caíamos con don Luis Pichelli y le dábamos a la cepilladora, estaba ubicada contra la pared de la casa de familia y en línea con la máquina había una ventana por donde pasaban las tablas de pino ferrocarril que tenían 18” de largo es decir 5,50 mt. Toda esta viruta se la usaba para enllantar, como era esto, trataré de explicar todo el proceso pues tiene que ver con esta familia de la que tengo el mejor de los recuerdos de mi juventud en que pensaba nada más que en trabajar, fue una de mis nutrientes. Las llantas de los carros eran hechas con planchuelas de ¾ “ de grueso y como en ese entonces no existía la soldadura eléctrica se la unía caldeándola. Explicaré como se hace, pues yo vi personalmente como se realizaba este hermoso trabajo, y ojo que es más seguro que la soldadura eléctrica. En la fragua de los Giuzzio, al fuego del carbón de piedra se lo avivaba con un enorme fuelle de cuero, el que funcionaba por medio de una roldana y una piola, la que iba atada a la parte inferior del mismo y como la parte superior tenía contrapeso, para que este funcionara, tenía atada en la punta de esa piola una madera en la cual uno con las dos manos, tenía que tirar hacia abajo y se generaba la acción de avivar el fuego de la fragua, en este caso para caldear. Había un vecino que vivía cruzando la calle Gas, “antes 1 del oeste sur” enfrente del enllantadero, que era don Juan Goñi, me acuerdo que tenía una palmera al costado de su casa y el hacía funcionar el fuelle, yo conversaba mucho con él, con don Juan, se había jubilado de lechero y siempre me decía: “Mira, che Toledo, yo no voy a dar trabajo, cuando no sirva más yo sé lo que tengo que hacer y le daba al fuelle, la verdad que cumplió con lo que decía. El todas las mañanas pasaba con su mujer caminando por supuesto, rumbo al almacén de los Casenave, o a la panadería que quedaba sobre la calle 9 de Julio, ahí nomás en la 2 del oeste a comprar, el pan, leche y lo que hiciera falta para el sustento diario. Ricardo los veía pasar, pero un día paso ella sola, es decir la Señora de don Juan, bueno siguió trabajando y por ahí entra la señora de don Juan, diciéndole venga don Ferrucho, mire lo que ha hecho mi Juan, la acompañan y cuando llegan ven la punta de los pies allá arriba. Cumplió con su palabra, se ahorcó el hombre. Una vez logrado el objetivo de darle forma de círculo a la planchuela y que luego se convierta en llanta, el mismo se lo hace por medio de rodillos que se denominan dobladora de llantas, se le hace un corte a las dos puntas (se trabaja entre dos personas) mas o menos de 1” al medio del ancho de dicha planchuela, todo esto se realiza con el hierro calentado casi al“ rojo _ blanco”, vuelve al fuego y cuando sale que saltan chispas de blanco que está, se lo pone sobre la bigornia colocándoseles en medio de dichos cortes un pedazo de placa de caldear marca “Lafit” que hace de fundente, si no había en ese momento se lo hacía con arena fina. Todo este trabajo es muy coordinado y los que lo hacen son unos Maestros, ahí entra un tercer ayudante a pesar que siempre son dos, que es el que con el marrón de diez kilos, le pega con todo donde le marca el que manda, en este caso Ricardo “viejo”, el hermano de Raúl, y recién ahí se convierte en llanta de carro, que para la medida apropiada, es decir el diámetro es todo un tema al que me referiré. Cuando las llantas de tanto andar se aflojaban, había que ir a lo de los “Ferrucho”, ahí ya entraba la recalcadora, que era otra máquina que achicaba las llantas, como todo por medio de la fragua, ahí se la calentaba bien a punto, se la colocaba en la recalcadora y ahí se procedía a reducir el perímetro de dicha llanta. Raúl era el que hacía las herraduras y las colocaba en los vasos de los caballos, ingresando luego a la Municipalidad cuando se jubila Don Juan Movio que era el herrero. Hay que tener en cuenta que antiguamente en la Municipalidad el transporte de broza, ripio y el servicio de recolección de residuos se lo hacía en carros denominados “Tumberos”. Fueron los antecesores de los camiones volcadores, y al primer camión volcador que hubo en la Muni, le decían el “torito” pues su cabina era cortita y lo manejaba el gordo Marques. Volviendo a las llantas, la medida para lograr un perfecto ajuste se tomaba con una herramienta que era un disco de chapa con una manija de varilla de hierro que estaba unida al disco por medio de un remache que hacía de eje. Con esto se medía el perímetro, Ricardo la aplicaba al medio de las camas de la rueda a enllantar haciéndoles una marca con una tiza, tanto al disco como a la rueda y caminando a su alrededor cuando llegaba a ésta, hacía una segunda marca, eso le daba la medida, para saber el tiro que tenía que darle, por supuesto que él ya había pasado este objeto por el interior de dicha llanta con las marcas de tiza correspondiente. A llanta nueva le daba 1” y a llantas usadas o vueltas a enllantar, sólo 2 cm, por supuesto que más chicas que las maderas de las ruedas, que se llaman camas El enllantadero estaba compuesto de una base de hormigón, pero que tenía a su alrededor una llanta amurada al mismo pero al ras y con una pendiente hacia el centro, que era la que le daba la comba a las ruedas. En el centro tenía un tornillo largo roscado de 1” de grueso con tuerca pero con asas, el que tenía un ojo que iba prendido a un eje amurado allá al fondo, con varios tacos con sus agujeros correspondientes como suplementos según las masas de las ruedas. Este trabajo se hacía al fin del día pues se preparaban todas las ruedas para ese fin. Se colocaban las llantas y a su alrededor se le ponían trozos de madera de adentro como de afuera, la cantidad que fuera necesario, y ahí se aprovechaba la viruta de la cepilladora distribuyéndola en todo el contorno y se le prendía fuego El ya sabía, era un maestro, cuando el hierro tomaba el color adecuado se lo tomaba con dos barras de hierro de más o menos 2 m de largo en que en una de sus puntas era en forma de U invertida para poder calzarlas y proceder a levantarla y llevarlas. Para que no se reviren se lo ayudaba con otro hierro desde abajo y colocarlas arriba de la rueda y por medio de dos marrones a los golpes, se la calzaba a toda velocidad, logrado esto se le echaba agua sacada de un pozo que estaba al lado del enllantadero y tan cerca del brocal que tan sólo con una soga cortita nomás se la, valga la redundancia, sacaba. Ahí se sentía como crujía la madera al ir enfriándose el hierro. Pero ojo que al quemarse la madera de alguna manera ésta se pegaba a la llanta. Ahora me referiré al carro “tumbero”, que como ya dije anteriormente fue el antecesor del camión volcador, para una mejor interpretación daré sus medidas aproximadas pues cuando se hacía alguno nuevo se tomaban las medidas de otro. Medidas y materiales con que estaban hechas las cajas. “Estructura”, era hecha totalmente de lapacho, los “limones” o largueros principales eran 2 de 3” x 6” x 2 m, los cabezales eran 2 de 3” x 3” x 2, m. Las estacas, (4 por lado) junto con las barandas eran los laterales o costados del tumbero iban sujetas con grapas de planchuelas de hierro de 3/8” x 2” las que iban abulonadas al larguero con bulones de 3/8” y tenían doble uso. 8 de 2” x 3” x 0,85 mt, la baranda 2 de 2” x 3” x 2 mt, 2 travesaños para el piso llamados “teleras” de 2” x 3” x 2 mt. El piso propiamente dicho era de pino ferrocarril de 1” de grueso fijado todo con bulones, los laterales también de pino ferrocarril de 1” de grueso abulonados, la tabla de adelante de la caja ídem, nada más que iba dentro de unas correderas fijas abulonadas y además con una rienda de sujeción. Las tablas de atrás eran de sacar, es decir extraíbles, y eran dos, que también llevaban correderas igual que las otras. Los bulones eran de cabeza redonda la cual era achatada en una planchuela con agujeros frezados hechos para ese fin que medía más o menos 0,40 cm de largo , 2” de ancho y ½ “ de grueso; para hacerlo introducían los bulones en esos agujeros y con una maza grande se los golpeaba hasta obtener la forma deseada. Estos bulones se usaban indistintamente para el piso y las correderas de las tablas delanteras y traseras del mismo. El eje es cuadrado de 31/2 x 31/2”y va fijo y abulonado por supuesto con grapas de ½” de grueso, bulones de ½” e iba tomado del centro, de ahí para adelante, el eje, para que funcione, al sacar la chaveta que sujeta la caja, con las varas que es donde van atados los caballos. La parte del eje donde se prenden las varas es redonda que es donde está la abrazadera que por medio de dos bulones de cada lado, se la fija a estas, y es el punto de unión, por eso repito ahí esta el secreto de que sea “tumbero”, pero hay otro elemento, que es la parte fundamental para que esto, valga la redundancia funcione, el ser humano, es decir el que lo conduce. Se paraba sobre el balanzón apoyándose en la tabla fija de la caja él sacaba la chaveta, para liberar la grapa, que era la pieza que unía la caja con las varas para lo cual teniaa que ejercer presión parándose sobre el cabezal, que mantenía la caja unida con las varas logrado esto, la caja caía hacia atrás es decir se tumbaba, de ahí el nombre de “tumbero”, cayendo la carga al suelo. Ahora entro a describir lo que son las varas y como están hechas, por supuesto la madera es la misma, lapacho paraguayo, y la verdad que así se lo compraba, sus medidas son más o menos; 3” x 4” x 2 50 m de largo, siendo la parte de adelante donde se ata el caballo, redonda para no lastimar al equino por supuesto, llevando un corte en chanfle en la punta de la parte interior, cosa que cuando se lo hace retroceder para cincharlo, repito no se lastime. En donde están los chanfles, más o menos a 10 cm, lleva una grampa de cada lado en la parte inferior que es donde se ata la cincha y pechera. Ahora viene la parte donde va ubicado el conductor y se llama “balanzón”, también de lapacho de 3” x 3” x 2 y pico de m abulonado debajo de las varas y más o menos a los 5 cm de cada punta de este llevaba un gancho, donde iba enganchado un balancín, en que se prendían con tiros, dos caballos, uno de cada lado. Dichas varas estaban unidas por medio de dos travesaños de 3 x 4” todo reforzado con planchuelas en su contorno y abulonadas al conjunto, estando el travesaño delantero a filo con la caja, en el centro tenía una abrazadera con una punta de 11/4” de grueso x 21/2” de largo, con el corte donde se colocaba la chaveta, la que estaba encadenada por razones obvias, todo esto abulonado. Hay que tener en cuenta que estos “tumberos” no tenían elástico, así que era demás divertido andar en ellos, personalmente me tocó varias veces por razones de fuerza mayor, tener que subirme llevando las herramientas para hacer algún trabajo, sobre todo al matadero. Si uno compara como se trabajaba antes y ahora, ninguna duda que era mucha más ruda la vida.

jueves

Martillo de pena

Martillo de pena se lo denomina así por su forma, su mango como todos es de madera de fresno, por su golpe se lo usa para trabajar con clavos chicos desde los denominados punta fina con cabeza y sin ella hasta los de 11/2” pues para clavos de 2”, es poco martillo ya que el golpe debido a su poco peso ya no sirve. A este martillo siempre lo tuve en la caja de herramientas, así que siempre me acompañó en toda mi campaña, además el cabo está un poco corto pues casi seguro se ha quebrado, pero uno lo arregla y sigue, pues es como que si uno no le pone ese cabo algo le va a faltar.

miércoles

Martillo de pena pequeño

Martillo hecho también por mi amigo Raúl Giuzzio, es de hierro y se lo usa para colocar vidrios, su mango anatómico es también de fresno. Es un martillo muy bonito al que he usado mucho, bahhh… es de acuerdo al trabajo el martillo que se usa, como todas las herramientas. Está un poco retopado pues le faltó cementarlo esto le da dureza y ahí si, no se retopa.Ya explicaré más adelante esto del cementado de un hierro. Para colocar vidrios, es decir, si hablamos de aberturas de madera, se usaba un formón de 1 ½” , se los aseguraba primero con clavos punta fina sin cabeza de ¾”, pero la verdad es que yo quise tener un martillo para tal fin, y aquí está. Una vez colocados los clavos, cuya cantidad y ubicación corre por cuenta del que hace el trabajo, después viene la masilla, en cambio en las metálicas va directamente con masilla nomás. A veces para lograr un secado mas rápido de la masilla y que no se deforme o se caiga le agregaba un poquitito de cemento Pórtland, pero apenas, quedaba como un hierro de dura, a los dos o tres días ya estaba así.

martes

Tenaza de mano chica

Tenaza de mano chica que junto con el martillo son las más imprescindibles de las herramientas de carpintería, por supuesto . La marca Mano era la mejor como ésta que estoy describiendo, está grabada en una de sus caras ( es decir tiene el logo de una mano) del otro lado dice Peugeot Frer y otra palabra grabada que no se entiende . Por supuesto, esta tenaza es para sacar clavos hasta 2,1/2”, pues para clavos más grandes se usa otra herramienta como ser un sacaclavos o si no hay que ingeniárselas. En tenazas esta marca era la mejor, además era importada.

lunes

Pinza

Pinza común con mango aislante, hay que tenerla pues se la usa sobre todo cuando hay que arreglar algo eléctrico, como ser cambiar una llave de contacto o de luz o reparar un motor, es decir que es muy útil. Esta la compré en la ferretería Marcó, Bartet y Cía.

domingo

Tijeras

Una es de metal, según el envase que ya no está, es Made in India. Su apariencia no lo dice… pero es muy buena, corta hasta cartón, por supuesto hasta cierto grueso, es necesaria para hacer todo tipo de plantillas según el trabajo lo requiera. Me costó $1 cuando nuestro cambio estaba 1 a 1 ; a pesar de los años que tiene nunca ha sido afilada. La otra es de plástico de alto impacto, la parte conque se corta es metálica, está como soldada a cada una de las partes que la componen, más dos piezas de metal curvas dentadas como para romper nueces, al papel lo corta perfectamente; su eje también es de plástico.

Tijera multiuso

Tijera marca “ MASCARDI” ®, es una tijera multi uso, con empuñadura de plástico resistente, con enganche de seguridad, el original se rompió hace rato, pero le hice uno con alambre de 2 mm galvanizado. Es a resorte, corta desde papel muy fino, cartón y tela hasta chapa fina, sirve para podar también. Eso sí, siempre tiene que estar afilada y aceitada. La compré allá por el año 1973, fue una tarde en que paré mis tareas en el taller y estaba tomando mate charlando con mi esposa, la madre de mis hijos. Al costado de la casa que da sobre calle “ Sarmiento “ por supuesto calle de tierra, el lote de al lado desocupado y sobre dicha calle alambre de púas y árboles de Toronja, en la esquina un Paraíso muy grande y por el frente de mi casa dicho lote también tenía el mismo tejido y los mismos árboles (toronja), daban un fruto no comestible, cuya piel era rugosa, pero como granulada ,y cuando se golpeaba le salía jugo blanco, como la leche pero muy pegajoso, la sacábamos para jugar a las bochas, mas vale que las manos te quedaban negras pues al rodar juntaban tierra así que había que lavarse bien pues además eran hediondas. Estos árboles tenían espinas muy fuertes y grandes era común verlos en los cercos pues por ahí no podía pasar nadie ni los animales por eso se usaban. Por calle Sarmiento venía un hombre en silla de ruedas, pues le faltaban las dos piernas perdidas seguramente en algún accidente, y lo empujaba un muchachón, entonces este buen señor me grita: “Vendo tijeras “MASCARDI” legítimas, cómpreme una así me ayuda”; le hago señas con la cabeza asintiendo y doy la vuelta y me aproximo y le digo: Sí, “hermano” dame una… Charlamos un rato y le digo “¿Cómo no te voy a ayudar, cuando otros que están sanos andan pidiendo? Te felicito y que tengas mucha suerte”… parecía un contrasentido mi expresión pero me salió del alma y siguió su camino por la vida, pero luchando.

sábado

Serrucho de costilla

Serrucho de costilla marca Peugeot Freres, tiene un león parado sobre una flecha. Es el serrucho que se usa para enrasar las espigas, esto es cortarlas por la línea marcada con la escuadra de ambos lados de la madera para que cuando se introduzca la espiga el apoyo sea perfecto de ahí el término enrasar, es decir al ras. De los serruchos que tengo, es el que más he usado, tan es así que donde uno vaya a colocar un trabajo hay que llevarlo. Se afila a lima y se traba con un destornillador. Este serrucho lo compré en lo de Don Manuel Postan. Tenía una ferretería y pinturería que estaba en la calle 14 de Julio, entre Galarza y Rocamora y me dijo que él lo había comprado el remanente de la ferretería de Piñón. Don Manuel Postan era un hombre de un trato muy amable y tenía el mejor precio en casi todo lo que vendía, sobre todo en pinturas.

viernes

Serrucho de costilla con mango

Serrucho de costilla, toma su nombre precisamente de una chapa más gruesa, doblada en U que va montada a presión en el loma y recibe el nombre de costilla. Su marca es Peugeot Freres, en ambos lados de la marca hay escudos con el clásico león. Este serrucho no cuenta con la empuñadura tradicional de todos los serruchos, éste está provisto de un mango común y está asegurado por medio de un perno remachado a la hoja. Era para trabajos muy especiales, como ser donde los otros serruchos no andaban se usaba éste, pero en realidad en la práctica lo he usado muy poco y se nota por el poco desgaste que tiene.

jueves

Serrucho de hoja

Serrucho de hoja de 0,60cm de largo, diente medio, éste junto con el de costilla son los más usados y acompañan al carpintero donde vaya. La marca se le ha borrado pues están hechas con estampado y de ahí es que se borran a causa de su intensivo uso. Casi todos los mejores serruchos eran marca ESTÁNDAR. A éste se lo compré a don Luis Pichelli y un montón de herramientas más las que llegado su turno las iré describiendo. Sólo se los afila a lima y para eso existe una prensa de madera procediéndose de la siguiente manera: se coloca la hoja del serrucho dentro de las dos maderas dejando más o menos 1 cm de los dientes afuera de éstas y se lo aprieta en la prensa del banco y ahí se procede a realizar el afilado del mismo.

miércoles

Serrucho de punta

Serrucho de punta, como su nombre lo indica su hoja tiene forma de punta de mayor a menor, Tiene marca pero es ininteligible y un Nº 29; se lo usa para cortar curvas, hacer cortes en círculos cerrados y donde no entra otro serrucho, así se lo use poco hay que tenerlo, porque sino cuando hace falta hay que salir a pedir prestado y eso no sirve. Por supuesto su uso es muy limitado.

martes

Serrucho de hoja grande

Serruchos de hoja, marca Estándar, estaba escrito en la hoja, pero no grabado y era entre filigranas, muy bonito, pero con el uso se borra. Por su tamaño tiene dientes chicos, así que lo hace muy cómodo para trabajar. El más grande, por el tamaño y largo de hoja que es de 0,90 m. rendía mucho en cada acción de cortar. Casi siempre a estos serruchos uno los tiene cuando recién empieza y no tiene máquinas y éste por su tamaño en una sola serruchada avanza un montón. Se lo usa tomándolo con las dos manos, a mi me sirvió muchísimo. Todavía me acuerdo cuando tuve que cortar una enorme cantidad de clavadores de 2” x 3” con un serrucho de este mismo tamaño, cuando recién había entrado en la municipalidad y los sacaba de tablones de 2” x 12” x 18’, a pesar de que estaba la sierra sin fin, el jefe me dice: “ Mira no hay nada para hacer en estos momentos, así que córtalos a mano, así te entretienes” , y bueno… yo cumplí la orden, y le di duro al serrucho.

lunes

Serrucho especial

Serrucho especial para cortar molduras, no es un serrucho más, trabaja de la siguiente manera: se lo toma con las dos manos en la siguiente posición, la izquierda, adelante; la derecha atrás y se lo ubica en la moldura que hay que cortar tirando suavemente hacia uno, sin presionar, sólo haciéndolo correr. Esta operación se repite tantas veces como sea necesario para lograr el objetivo, es decir, cortar dicha moldura. Como sus dientes están al revés de todos los serruchos conocidos, es decir, para atrás, de ahí su denominación de “especial”. Sus formas son armoniosas y anatómicas lo que lo hace muy fácil de usar. Es una herramienta que complementa el accionar del serrucho con mango. Esta herramienta pertenece al pasado, cuando todo se hacía manualmente, por eso tiene su lugar en el tablero y no deja de ser una rareza que tal vez muchos de los carpinteros de hoy en día ni la conocen. Siendo para mí una verdadera pieza de colección, dejo constancia que lo he usado, en los comienzos de mi actividad como carpintero. .

domingo

Escuadras y falsa escuadra

Empiezo la descripción por la más grande cuya marca es PHILADA U.S.A 10:1, marcando 45 cm de un solo trazo, es decir que abarca un trazo de 18” de largo. Está tabulada de ambos lados, de las tres que tenía ésta es la que menos se usa y si no fíjense que prácticamente está como nueva. Hay que tener en cuenta que está hecha con un material de primera a pesar que ello indica también que se la ha cuidado. Ella como las demás herramientas tiene su lugar en el tablero y de no usarse esta ahí. Tenía otra de la misma calidad que ésta, pero la perdí en algún lugar, era de 20 cm de hoja y muy práctica para marcar por lo manuable y liviana. La otra tiene la empuñadura de bronce y me la regaló una clienta pues ella no la ocupaba y me comentó que fue hecha en el Ministerio, es de 25 cm de hoja y es la que uso para marcar, pero es pesada. Falsa escuadra de 18 cm de hoja es de marca STANLEY ,RULL-LEVELCO NEW BRITAIN CONN U.S.A PAT 9-6-04 como su nombre de identificación lo dice, es para marcar en falsa escuadra; también de mucha utilidad aunque por ahí pasa mucho tiempo y no sale ningún trabajo que reclame su uso, y está ahí… en el tablero.

sábado

Gramil

Gramil: los hay de dos tipos, por su denominación se los conoce, de dos palos o de un palo. El gramil de dos palos me lo fabriqué yo con madera de curupay, el de un palo es de quebracho colorado y se lo compré a Don Luis Pichelli junto con otras herramientas. El nombre propio de algunas herramientas varía, según la idiosincrasia de los lugareños. Se los utiliza cuando se hacen los trabajos en forma manual no a máquina y se lo hace de la siguiente manera: supongamos que hay que unir dos maderas, con encastre denominado a media madera o a escopladura y espiga, para cualquiera de estos trabajos hay que usar esta herramienta, es decir el gramil. En la primera, es decir, la media madera, el gramil se apoya siempre en la misma cara (es fundamental el marcado de las mismas) una vez hecha las marcas, se procede a hacer los cortes respectivos y retirar las partes en cuyo vacío ocupará la otra, así se completa esta operación. En la segunda opción se procede de igual manera, se lo apoya en las caras marcadas, pero para esto se realizan dos marcas, las que deben estar equidistantes y de acuerdo al grueso de las maderas a unir, la norma es la siguiente: 1”-8 mm, 1½” 10 mm 2” 12 mm y así para todo. Es en el canto de la madera, donde se realiza la escopladura ya sea manual o a máquina, la profundidad varía de acuerdo a cada trabajo; conseguido esto se procede a espigar, esto se practica sobre la punta de la madera a unir y para ello se utiliza serrucho, sierra circular, sin fin o en tupí con sierra circular, siendo esta última opción la mejor, pues se consigue una espiga perfecta. Logrado esto, viene el enrase, operación que ya expliqué anteriormente. Se prueba, si está bien, se procede al armado. Creo que he explicado, el uso y para que sirve esta herramienta “el gramil”.

viernes

Tabla de enrasar

Tabla de “enrasar”: está hecha de pino ferrocarril, sus medidas son: 33 x 27 cm x 1” de grueso. Es un complemento por de lo más útil, pues antes se lo utilizaba mucho más que ahora, pues recordemos que con el auge del fibro fácil, aglomerado y tableros melamínicos los trabajos en madera son muy pocos. Es el ayudante del carpintero, es reversible y como su nombre lo indica es para cortar al ras de la marca hecha, ya sea con el lápiz o con la punta de marcar. Cada carpintero las hace a su medida, pues para esto no hay un nomenclador que fije tal o cual es la conveniente. Esta herramienta la tengo desde el primer día de trabajo, es decir, que ya tiene más de cincuenta años.

jueves

Cajas ordenadoras

Cajas ordenadoras: En total son 7 cajas, la más grande es de 33 x 22 x 8 cm, en este momento esta vacía, en su interior tenía bulones de todas las medidas, apoyadas sobre un estante de madera, a la izquierda del banco de carpintero. La que está a la izquierda de ésta, es cuadrada y tiene 20 x 20 x 7 cm, otra cuadrada de 30 x 30 cm x 7 cm, en un compartimento tiene clavos punta fina s/c 8 x 50, en otro clavos comunes, denominados puntas París de 2”, en el que sigue clavos punta fina s/c 7 x 40, en el tercero, 6 machos de enroscar, en el canto de las hojas doble contacto, de puertas placas, 3 tornillos de bronce de 3/16” x 40 mm, 4 bisagras de enroscar, regulables p/puertas de muebles. Abajo a la derecha, caja medidas;30 x 12 x 6 cm, con 6 compartimentos contiene remaches pop varias medidas, tornillos chicos, tornillos auto perforantes de ¼” x 40 para fijar chapas canaletas de cinc. La caja más chica tiene; 25 x 7 x 3,5 cm con tres divisiones y contiene un trozo de piedra de esmeril y tornillos chicos medidas varias. La quinta caja mide; 30 x 12 x 6 cm y tiene 3 divisiones en una tiene clavos punta fina c/c de ½”, 10 arandelas de alambre de 18 mm( se usan en cortinas) 2 esquineros estampados en chapa fina, algunos clavos cabeza de pizarra de 1”, clavos comunes de 1 ½”, un frasco de vidrio y en su interior clavos sumamente chicos punta fina con c/ redonda estimo que deben de ser del año 1900 más o menos y una caja de cartón conteniendo tornillos de varias medidas y tipos, comunes y en cruz.

miércoles

Formones y escoplos

Juego de formones, escoplos, gubia, chairas Éste es mi primer juego de formones y los hice yo. Los empecé en el taller de herrería de la Escuela Industrial, cuando ya había tomado la decisión de ser carpintero, es decir en 2º año cuando uno ya elegía el oficio (era ciclo básico 3 años). Es decir que fue en ese momento que forje mi destino, no fue fácil… primero consulté con el maestro de carpintería Don Neftali Osorio, luego con Ricardo Giuzzio y con Don José Antonioli… todos me dijeron lo mismo “Es un buen oficio, como todos … trabajo no te va a faltar, pero más allá de comer y hacerte de una familia, plata no vas a hacer, millonario menos”. Por ese entonces nuestra casa lindaba con la casa de los Joray, en ella vivía don Rogelio Ysgleas, el papá de Delita (que para mí es como una hermana), que tenía un taller mecánico sobre calle 9 de Julio, cuyo socio era Don Antonio Dunat. Como Delita se pasaba casi todo el día en casa charlando con mis hermanas y con mi madre, (por ese entonces esto era zona de chacras, puro campo, al fondo de los terrenos solían verse liebres y perdices), entonces ella le comenta a mamá: ¿Por qué no va Marino y habla con papi? pues en el taller se colocan y cambian elásticos de los autos, capaz que puede conseguir algún pedazo, para hacerse la o las herramientas!. Así que allá fui y me atienden los dos, pero el que me dio los trozos, fue Don Antonio, que siempre estaba con un overol tipo jardinero esos con tiradores, todo engrasado, como todos los mecánicos. Al dármelos me dice: “Mirá, che pibe… estos son de Ford 40”, de esto no me puedo olvidar, pues tenía un vozarrón bárbaro don Antonio. Así que bueno, en las horas en que tenía herrería los empecé a hacer y los terminé afuera. El 1º de 2” tiene el mango de fresno. El 2º de 11/4” el mango es de madera Francisco Alvarez , esta madera es de la isla de enfrente del puerto, en ese entonces se la usaba mucho para remos, cabos de hacha y marrones. Me la consiguió Bartolo Gómez, que trabajaba en el matadero Municipal, sobrino de José Fernández, el carpintero que yo reemplacé, pero que le gustaba mucho la pesca. El 3º de 1” es de fábrica, marca ELKISTUNA MADE IN SWEDEN tiene una corona grabada, su mango es de fresno. El 4º es una gubia de 8 mm de fábrica, pero sin marca y su mango de fresno. El 5º es un escoplo de 10 mm su mango también es de Francisco Alvarez. El 6º formón de 10 mm tiene su mango de fresno. El 7º escoplo de 10 mm tiene su mango de Francisco Alvarez. El 8º escoplo de 12 mm de fábrica marca PEUGEOT FRERES ACIER FONDU y tiene el clásico león parado sobre una flecha y por supuesto sus fauces, dirigidas al filo de éste. El 9º , debajo de izquierda a derecha es una chaira con mango de fresno hecha por mí, con una lima triángulo vieja, usada. Para que quede convertida en lo que es, se la gasta en una piedra de esmeril, puliéndola en una piedra de agua y sus cantos deben ser redondeados, para poder afilar las rasquetas. El 10º es una chaira hecha de una lima redonda, mango de madera de Urunday, super anatómico; esta lima era de afilar sierras a cadena. El 11º es un escoplo de 8 mm cuyo mango es de fresno, con éste me fabrique las primeras 8 sillas que hay mi casa, en ellas trabajaba de noche, para no interrumpir la atención a mi clientela, que gracias a Dios siempre fue numerosa y muy buena. Estas sillas formaban parte del juego de muebles, con el que arrancaría mi nueva vida, una vez casado, las que todavía tengo, y por supuesto los asientos y respaldos, se los he cambiado varias veces.

martes

Formones Peugeot Frerer

Juego de formones de 6 piezas, marca PEUGEOT FRERER + ACIER FONDU, con el clásico león parado sobre una flecha. Sus medidas son: 3; 5; 10; 20; 37 y 50 mm. Por ser de marca, el filo no es bueno, uno lo deja que afeita de filoso pero cuando lo usas un poco pierde el filo. Son de una sola pieza y su empuñadura es de fresno barnizado con virolas metálicas en ambos extremos como corresponde. El de 50 mm es especial para trabajar con el ingletador, cuando se hacen tableros con molduras reportadas. A este juego se lo compré a don Luis Pichelli, que era el jefe de carpintería y además detentaba la jefatura de los talleres como así otras herramientas más. Con el correr del tiempo terminamos siendo grandes amigos y a él le debo mucho sobre el arte de trabajar la madera. Era casado con doña Inocencia Rojas, una excelente compañera. Sobre esta pareja hay una hermosa historia de amor, en la que fui testigo y protagonista, de la cual a su debido tiempo, narraré lo ocurrido.

lunes

Cortador de chapa

Es ésta otra herramienta casera, bahhh… cada carpintero se la tenía que fabricar. Ésta se usaba para cortar madera en chapa (cedro, petiribi, pino, etc.) el grueso de la chapa, es de más o menos 0,8 mm. Está compuesta de una madera de forma anatómica, llevando al centro una hoja de afeitar que sobresale 0.1mm de un lado de su cara y se aprieta con un tornillo 17 x17 con un trozo de fórmica de 0,8 mm de espesor; va sobre el canto recto, por supuesto del mismo tamaño de la hoja de afeitar, lleva un corte paralelo a la base para que quede el filo libre. Cuando se gasta el filo se cambia por otra de las puntas, se la utiliza apoyándola en una regla que hace de guía. Debemos tener en cuenta que con el formón, también se puede cortar, pero con esto que parece una pavada, cuando hay que cortar muchas tiras guarda cantos, era un lujo, pues con el formón, a veces se escapaba el corte, por la beta de la madera. Supongamos que hay que enchapar los cantos de las 12 puertas de un placar grande, ahí nomas son 36 trozos… con esta herramienta tan ardua tarea se facilitaba muchísimo. Ahora todo cambió con los materiales nuevos, pero yo me quedo con la carpintería de antes, no hay como la madera.

domingo

Macetas de madera

Macetas de madera de quebracho blanco con mango de fresno. La parte que efectúa el golpe es de una madera de las denominadas dura y se la usaba entre otras cosas en mazas para ruedas de sulkis , bolantas (estos eran, ya casi no se los ve solamente en el campo, un vehículo liviano con ruedas muy finas de gran diámetro y se lo usaba para un traslado rápido y ágil eran todo terreno digamos). La maceta chica es la que más se usa y es de madera para que al golpear el formón, el escoplo u otra herramienta no rompa el cabo que es de madera, por supuesto, a pesar que todos los cabos de formones y escoplos tienen birolas para su mayor duración. Hoy en día es común ver a cualquier carpintero golpear y armar todo con martillos, ya no usan casi la maceta de madera. La más grande se usaba para “escoplar” a mano por supuesto. ¿Qué es “escoplar”?... trataré de ser explícito, con la mano izquierda se toma el escoplo, supongamos el de 10mm como para una ventana de 1 ½” de espesor, esa es la medida de la herramienta a utilizar, y se lo ubica dentro de las marcas que están hechas con el gramil, se toma la maceta grande con la mano derecha y se empieza a dar golpes corriendo el escoplo cada vez haciendo palanca para ir extrayendo la madera, logrado el ancho y la profundidad requerida, esta escopladura ya está terminada, por supuesto que lleva su tiempo, es como todo…

Piedra esmeril y discos de corte

Piedras de esmeril y discos de cortar, metales, cerámica, ladrillos etc. El más grande, el de la izquierda, está así gastado por el uso, su medida original era de 350 x 4 mm de grueso, es especial para el corte de caños estructurales de todo tipo y forma, también ladrillos cerámicas etc. Este disco es para usar en máquina fija con todas las medidas de seguridad por su alto riesgo para el que lo manipula. Discos de carburo de silicio medidas 11,5 x 2,5 x 22,2 mm para cortar metales con amoladora manual. Piedra esmeril para afilar cintas de sierra sin fin, circulares, cuyas medidas son 110 x 6 x 22 mm, por ese motivo el canto de la misma es en ángulo, el cual se lo puede rectificar de acuerdo a las necesidades. Disco de cortar metales, chapas, estructurales, etc. De alta resistencia y corte muy fino, se lo usa con amoladora, sus medidas 11,6 x 1,6 x 22,2 mm. Piedra de esmeril para gastar todo tipo de metal ferroso o afilar herramientas en general de 114,4 x 2,5 x 21 mm es de grano fino. Disco de esmeril para amoladora, sirve para desgastar metales ferrosos ya está al borde del desuso por su tamaño.

Sierras circulares

Las hay de todo tipo de dientes, de distintos diámetros y gruesos de hoja y el agujero central varía de acuerdo al eje de cada máquina. La más grande es de 0,21 cm de diámetro, corta hasta 0,07cm, el grosor de la hoja es de 0,001mm y sirve para eje de 0,18mm. La mediana de 0,18 cm de diámetro, corta hasta casi dos pulgadas y es para el mismo eje que la anterior. La más chica es de 0,16 cm de diámetro y corta hasta 0,3 cm y medio. Todas estas hojas eran de un diámetro mayor pero al pasar el tiempo y por su uso intenso han quedado más pequeñas. Siempre fueron afiladas con limas triángulos y el trabado de sus dientes es hecho a mano. Cuando el trabajo lo requería, con la hoja más chica hacía distintos tipos de canelador. También se la hacía oscilante, esto se conseguía colocándole un suplemento de cada lado de la hoja entre platina. Era fundamental que la hoja estuviera bien afilada así el motor trabajaba más aliviado. También se hacía resplan en tableros, nada más que después había que rasquetear y lijar para su mejor terminación. Hay una hoja que no está en esta foto, pues se la regalé a un amigo para el tupí, para mi máquina ya no me servía y era de dientes bien chicos, fue la primer hoja circular que me acompañó. En los últimos años de mi campaña me fabriqué una guía para afilar las circulares con piedra esmeril, la cual me dio muchas satisfacciones.

sábado

Sargentos

Sargentos con varilla de prolongación, el nombre de esta herramienta significa “sirviente o ayudante”. El más grande de los dos es un sargento bárbaro, se puede hacer toda la fuerza que uno puede, que la hoja ni se mueve. Sus medidas son: Largo varilla 1,18 m x 45 x 9 mm. Aprieta entre zapatas 0,90 m teniendo 14 agujeros de corrección, cuyas medidas son. de 9 mm, usando para tal fin, un perno de 8 mm asegurado con cadena para su mejor uso y que no se pierda; la manivela es de hierro de 10 mm. El otro sargento es más liviano, tiene estampada las letras A H L R -1 y es más chico, era especial cuando armaba los bastidores para todo tipo de muebles que iban emplacados por ejemplo placares. Sus medidas son: largo de hoja 0,72 m x 45 mm x 5 mm , aprieta 0,65 m y tiene 15 agujeros de 7 mm. Se usa perno de 6 mm atado con cadena y la manivela es de 8 mm.. Varilla de prolongación, como su nombre lo indica, es para agregarla al sargento para que tenga más alcance; se la usa cuando hay que encuñar, como ser marcos de puertas , de garajes, bastidores a tablero muy anchos y todo trabajo para el cual el sargento no alcanza y a veces, todavía había que agregar otra más larga, pero con una de 2 mt ya es suficiente. Se las empalmaba con dos bulones de 6 mm de grueso por 1” de largo. Tenía otro sargento marca “Cañón” pero en esas prestadas que no se deben hacer, se ha “perdido,” una lástima pues era un muy buen sargento y hasta el día de hoy lo extraño.

viernes

Prensa casera

Otra herramienta casera, hecha con alambre de construcción de 4,2 mm; se la usa como prensa y su abertura se adapta a lo que hay que apretar, es decir, se la abre o se la cierra con las fuerza de las manos. Se usa cuando se astilla la madera de un trabajo que se está haciendo, se le pone cola a la astilla y se usa esta prensa. La otra es una “argolla” metálica, para marcar y redondear las puntas, como ser de una estantería, en una de las esquinas, donde el paso es continuo, y para no lastimarse, se marca con esto y se corta. No se lo considera como herramienta, pasa que uno la usó alguna vez y ya quedó, y bueno ahí está.

jueves

Barrilete

El barrilete está compuesto de 6 partes: el vástago principal que es de hierro redondo anatómico de 22 mm de grueso, en forma de siete; una planchuela anatómica que tiene en una punta una pieza móvil con agarradera y en la otra punta tiene un tornillo con rosca gruesa con manivela que es la que hace el trabajo de apretar, completándose con un eje pasante que une la planchuela con el vástago haciendo de balancín para que actúe correctamente. Esta herramienta viene a ser como el ayudante del carpintero. Supongamos que hay que hacer un corte determinado o hacer agujeros, en el banco de carpintero más o menos al medio, hay un agujero de aproximadamente 30 mm de diámetro, entonces ahí se usa esta herramienta de la siguiente manera, se introduce el barrilete en el agujero ya mencionado, se ubica la madera a trabajar y con la pieza móvil que es dentada se toma la madera a trabajar, y con la manivela corrediza se la hace girar apretando lo suficiente para que no se mueva , para no herir lo que se aprieta se coloca entre ambos un trozo de madera para tal fin. Este barrilete fue comprado en un remate realizado en Alberdi y Dodero, donde existió el almacén de Don Casenave; ese mismo día también compré una prensa de mano grande, la cual se me perdió por prestarla.

martes

Valija de herramientas

Valija de llevar herramientas y materiales: Es la que me acompañó durante toda la vida y me voy a explayar sobre el uso y abuso que hice de la misma. Sus medidas son: 0,47 m x 0,33 ½ m x 0,13 m. El material con que está hecha la caja es de pino ferrocarril de ½” de grueso; tapa, contra tapa y fondo son de terciado de 5 mm de grueso, pero laminado, cuya madera es araucaria, (laminado quiere decir que cada milímetro del terciado, es una chapa de madera, siempre se van cruzando las vetas de las mismas y eso le da una resistencia increíble pues no sufre ningún tipo de deformaciones) Antiguamente a las maderas se las denominaba por el medio en que eran transportadas, sobre todo a las de pino y éstas eran de origen brasileño, obviamente las de pino ferrocarril, venían por ese transporte, el pino balsa, obviamente venía por agua, en “jangadas” que llegaban hasta Federación. Tengo entendido que a la jangada la dirigía uno o más hombres. Estaba compuesta por troncos de los árboles de pino y otras variedades. Hay que tener en cuenta, que venían muchos troncos de árboles, la cantidad la desconozco, pero un detalle, la madera de pino a la que me refiero, se la adquiría en las siguientes medidas: ½” x 12 “ x 18 pie, ¾” 1” 1 ½” 2”,es decir de 5,50 m de largo, siendo estas medidas las más usadas. Ahora bien, en Federación se aserraba los troncos y de ahí salían a la venta de acuerdo al pedido de los clientes. Me referiré a dos negocios dedicados a tal fin. Uno era la Barraca Americana de Hufnagel Plotier, firma inglesa, de la que todavía están las instalaciones, en calle Rocamora y Costanera Paysandú y el otro era La Forrajera localizado en bulevar Irigoyen, frente a la Estación del ferrocarril, , cuyo dueño era Don Aron Espilgember, que vivía en la esquina de calles Urquiza y Estrada, además vendían lapacho , cedro paraguayo y todo tipo de bulones y arandelas . Con lapacho que fui, elegí y compré en “ La Forrajera”confeccioné dos portones para colocar en la entrada de Talleres Municipales , en calle Mitre, entre Maipú y Millán, a uno de esos portones lo cambiaron por otro metálico, que es el que está al lado del sindicato municipal; el otro todavía está, revestido con chapa, de canaleta chica. Los herrajes de los mismos fueron hechos totalmente en la herrería de los Talleres Municipales, por un señor herrero, Don Raúl Giuzzio, en un todo de acuerdo a lo pedido por el jefe de carpintería Don Luis Pichelli. Se los ve a simple vista, son sendos hierros, el de arriba, es una planchuela de 3/8” x 21/2” que está amurada a la pared y tiene un “ojo,” donde calza el larguero lateral de una de las hojas y este a su vez está abrazado y abulonado con una planchuela del mismo espesor que la del “ojo,” ese trabajo se repite en las dos hojas. En la parte de abajo (el lateral del “ojo”) la planchuela abraza el lateral y el travesaño inferior, pero con un pivote hecho artesanalmente que gira, en un pozo u hoyo hecho con un martillo bolita, en otra planchuela, de más o menos, 1” de grueso, la que va amurada entre la pared y el piso ,a plomo con la de arriba. Es el sistema más viejo y eficaz para colgar portones pesados, pues así como es fácil colocarlo, también se lo saca. Del lado de adentro, tiene en el travesaño central, una madera de 2” x 3,” por supuesto de lapacho de más o menos 1 m de largo, que gira en un bulón que hace de eje de la misma, colocado casi siempre en la hoja izquierda, mirándolo desde adentro y que hace las veces de tranca y que con una serie de planchuelas en ángulos se lo traba desde el lado de adentro, hasta se le puede poner un candado y para cerrarlo de afuera lleva dos planchuelas, una en cada hoja enfrentadas, con un agujero como para pasar un candado y poder cerrarlo. En una de las hojas, ahí se elige la derecha, se hace una pequeña puerta que sirve para las dos cosas, (abrir o cerrar) y puede ser su cierre a candado o a cerradura. En el año 1954 hicimos, con don Luis los moldes, (de Lapacho por supuesto) para hacer los bancos de portland con patas del mismo material. Estos bancos están por toda la ciudad de Concepción del Uruguay, son los que tienen los bordes bien redondeados, se los hacía en los talleres ahí en calle Mitre. El responsable de hacerlos con su personal, era don José Viricich, en realidad él era el encargado de la sección caños de hormigón armado y le anexaban todo lo que tenía que ver con este material, “el hormigón”. Estos caños se hacían con moldes desarmables, de chapas de hierro en dos medidas de 30 y 60 cm de diámetro por 1m de largo, todos los días se hacía un juego, se los usaba en alcantarillas, en los cruces de calle, en la entrada de los domicilios que así lo requirieran. En ese entonces se acostumbraba también en los cruces de calles, donde corría mucho el agua, hacer badenes a cielo abierto, calzados con piedra de cantera y era un trabajo bárbaro que llevaba mucho tiempo y personal. Por ese entonces estaba de Jefe de Obras Públicas Don Luis Noivower. Un día, viene a los talleres y habla con Don Luis Pichelli, diciéndole que le haga moldes para hacer bloques de hormigón, para hacer pasadizos y badenes y don Luis me da la orden y sus medidas, eran de 0,30 x 0,30 y de 0,30 x 0,60 m. y 0,15 m de grueso, no tenían hierro. Todavía se los puede ver en muchas calles de mi Uruguay. Estos moldes también fueron hechos con Pino Ferrocarril, pero de 11/2” de grueso, y se ocupó un tablón de 5,50 m. Salieron dos moldes y eran desarmables con un hierro de 10 mm, el que tenía de un lado una cabeza y en la otra punta roscado con tuerca, a su vez una planchuela del lado de afuera para evitar el desgaste, la que estaba atornillada, así que todos los días se hacía un juego. En la misma época, tuve que hacer un molde desarmable, para hacer piletas de hormigón, de las que todavía se pueden ver en el cementerio, por ejemplo. Las pidió el padre de Canito Bonifacino, para el Matadero Municipal, para la limpieza y el lavado de las achuras de la matanza diaria, donde se usaba mucho agua, por el tema de la sangre y la bosta. Todos los días concurrían a los talleres tanto, el Jefe de Obras Públicas, como el Inspector General… era un punto neurálgico, Ahí se impartían órdenes de trabajo y se cumplían, cuando ven la primer pileta, ya nomás, se les antojó a todos, así que marchen piletas para Plazas, Parques, Vivero, Cementerio... Además se repararon todos los bancos de la plaza, esos que están pintados de verde, también me tocó a mí ese trabajo, comprándose la madera para ello, en estas casas que he mencionado, como también los moldes de las letras, del monumento a URQUIZA. Estas dos casas eran las que adquirían la madera en Federación y se encargaban de aserrarlas en sus muy buenas instalaciones, con máquinas adecuadas y personal idóneo, uno de ellos vecino mío, llamado Choño Cabrera, que después hicimos varios trabajos más, me refiero a laburo particular, cuando salía uno grande buscaba a alguien, y muchas veces como ya lo mencioné, a él. La primer manija de esta valija, para transportarla era de cuero y duró muchos años, cuántos no recuerdo, pero al romperse varias veces, y remendada otras cuantas, le coloqué ésta que tiene ahora, que es de un estuche de máquina de coser, pero como lleva tanto peso, está abulonada. El cierre original era el tradicional de valijas de llevar ropa, pero no aguantó, entonces le puse éste que es especial para cajas de herramientas, con seguro y para colocarle candado; es galvanizado y también está abulonado. La bisagra usada para unir las dos partes es la denominada tipo piano, es decir enteriza y está asegurada con 25 tornillos para madera 17 x 20. La contra tapa se acciona con dos bisagras tipo libro de 40 mm aseguradas con 4 tornillos 17 x 20 y 4 remaches al terciado, que hace de contra tapa, el que a su vez tiene triple cierre de seguridad , dos pasadores made in casa, remachados en dicho terciado, más un seguro que consiste en un tornillo 3/16” rosca fina cabeza redonda con arandela plana de 4 mm para evitar el desgaste al uso intensivo, este tornillo se sujeta por medio de una tuerca que está trincada (asegurada) dentro de una chapa, la que a su vez está atornillada y remachada en una de las maderas centrales del anaquel, que está compuesto de 21 subdivisiones de distinto tamaño, en las que se llevaba lo necesario para poder trabajar, como ser clavos, puntas parís, punta fina c/c y s/c, tornillos todas las medidas (las más usuales) y herramientas de mano chicas y en la caja el resto de las herramientas, estas varían según el trabajo a realizar. En los anaqueles quedan para el recuerdo lo siguiente: Topes de goma roja de dos tamaños, se usaban en puertas de muebles para amortiguar el golpe al cerrarlas, dos cierres de bronce a resorte automáticos, son un lujo, 6 aros metálicos para toldos de lona que se usan en los patios (van cocidos y luego se deslizan sobre alambres tensados), dos pasadores de seguridad de 12 y 5 cm c/u, una bisagra libro de 2”, dos vástagos roscados de 3/16 x 2” para fijar perillas ó manijas, dos clavos galvanizados de ¼” x 3 ¼” punta cuadrada, torcinados, cabeza redonda con corte para destornillador (después del ultimo golpe se podía darle un giro aprovechando este corte, un bulón 8 x 50 mm cabeza hexagonal con dos tuercas),10 tornillos para madera 23 x 25, 3 ganchos contra viento de 1 ¼”,dos pitones abiertos de 31/6 x 1” x 11/4”, 6 clavos punta parís de 21/2”, como 50 como 50 clavos comunes de 2” y 50 mas o menos de 1” 1 tornillo cabeza chata, con roca de 11/4”, en la otra parte de la valija hay; dos envases chicos, uno con grasa de litio y el otro es un gotero con aceite de lubricar, varios trozos de lija, una hoja sierra para metales usada, un trozo de piedra para asentar algún filo, una cupla galvanizada de 20x 35 mm, y un trozo de sierra para encolar, con 0restos de la última vez que fue usada. Cuando se trabajaba en obra y se llevaban todas las herramientas, esta quedaba chica así que había que llevar un baúl. En los ocho ángulos de la valija están asegurados con escuadras de ambos lados (de adentro y de afuera )y remachados, pues era tal el peso que se transportaba, que de la única manera de no perder algo y que no se rompa era así. Para mayor seguridad, y evitar el desgaste en el traslado y uso intensivo, tiene esquineros metálicos, los que están asegurados con clavos cabeza redonda. En el centro de la tapa, está embutido el monograma de mis iniciales, que está hecho por mí, en aluminio y asegurado por 4 mini clavos cabeza redonda. A esta valija la he usado para pararme arriba en todas las posiciones y está como el primer día, ésta vendría a ser la precursora de las cajas de plástico multi función que todo el mundo usa, que dicho sea de paso yo también las tengo. Una anécdota: Un día cualquiera hace años, cuarenta y pico, más o menos, salgo yo con mi valija cargada, a realizar un laburo, en bicicleta, que dicho sea de paso, me la gané haciendo una mesa de 2 m x 0,80 patas torneadas, con 6 sillas plegables y un aparador con alzada y espejo al fondo y dos columnas al frente torneadas, un lujo todo esto en madera de paraíso. Parece mentira pero uno ve esos muebles y están tal cual. Lo más interesante es que la bicicleta me la dieron en pago por “todo ese trabajo”, que no se cuánto tiempo me llevó. El que me guió en hacer este juego de muebles, fue el Maestro Neftali Osorio, pues recién me acababa de recibir de carpintero, (por ser buen alumno el me llevó a su taller que quedaba al fondo de su casa, en calle Artusi 721 y me pagaba $1 la hora y como a las 10 de la noche me decía, “che Toledo ándate que tu madre debe estar preocupada” y yo le contestaba, pero no Maestro si mama sabe que estoy acá (reflexionaba yo una hora mas es $1 mas) Lo interesante de esto, es que el pago (x mesas y sillas etc.) por el trabajo realizado, fue a medias, pues dicha bicicleta no tenía ni cubiertas ni cámaras, es evidente que el que me pagó con esto, le faltaron “veinte para el peso”. Conclusión; el derecho de piso por el primer trabajo que hice, considero que fue demasiado alto. “retomo el hilo “Yo era soltero, estaba en la casa de mi vieja, así que por lo tanto tomo la valija con la izquierda la coloco sobre el manubrio de dicha bicicleta, y con la derecha manejaba, así que salgo rumbo a la calle Alberdi, téngase en cuenta que por aquellos años, las calles eran de tierra, es decir en mal estado. Al llegar a dicha calle cruce, tenía alcantarillas, y el desagüe era una zanja en todo su recorrido yendo por el medio de la calle que en ese entonces se llamaba 6 del oeste sur, paso por la alcantarilla valga la redundancia y cuando iba a doblar para tomar la Alberdi, se me quiebra el manubrio, con tal mala suerte que fue en medio del estén. Que es el “estén”; el centro del manubrio, va apretado en esta pieza así llamada, por medio de un tornillo , y en ese lugar tenía mas o menos 2,5 cm de diámetro, es de caño con dos ojos, donde va el famoso tornillo que fija el manubrio, este (el estén) a su vez, esta calzado dentro de la horquilla, y esta asegurado con otro tornillo, de mas o menos 20 cm de largo, de rosca fina, teniendo la punta del caño, unos cortes, que al ser apretados por una tuerca especial cónica, que cuando mas se gira con la llave, de la cabeza que sobresale en forma hexagonal, logra la firmeza que es necesaria para mantenerlo bien asegurado. Bueno ahí al medio se me rompió el manubrio, así que yo pierdo sustentación, la bici agarra para el lado de la zanja, y yo vuelo, pero a la valija no la largué, para ese entonces estaba montado a horcajadas, cuando caigo al medio de dicha zanja, lo que quedaba del manubrio y el estén, me lastime todas las bolas y las piernas, fue un golpe muy feo, muy fuerte. Así que ya ven pagué un derecho de piso muy alto, no en vano hay un dicho que dice, “ A golpe se hacen los hombres” . En la segunda foto de la valija ya descripta, se puede apreciar el monograma en la tapa. Delante se observan dos “coleros”: Se los denomina así pues son de la época en que los carpinteros en general, encolaban con cola caliente, muebles, aberturas, bastidores, etc. El mas grande es el Nº 2/0 marca P-A (está dentro de un circulo) todo en relieve y es de industria Argentina. El mas chico es el Nº8/0 también marca P/A y de Industria Argentina. Los dos son ollas de fundición, una dentro de la otra, la que entra dentro del receptáculo mas grande, tiene como un aro ó borde para que quede un espacio para el agua, pues trabajan al “baño María” y se los usaba de la siguiente manera: La cola (conocida como “cola de pescado”) venía en placas de mas o menos 15 ó 20 cm x 7 cm y 4mm de grueso, las que para usarlas se las “picaba” de la siguiente manera, se ponía una de las placas envueltas en un trapo viejo, o en una arpillera y con un martillo se la golpeaba lo mas chica posible, para que se derritiera mas rápido, si estaba bien seca se hacía fácil la tarea, pero si estaba húmeda como una goma era difícil de romper. Logrado esto se colocaban dentro del receptáculo (en el grande entraban dos placas) se le ponía agua al más grande hasta donde empieza el primer desnivel, tiene que quedar una cámara de aire para que al hervir no se derrame el agua y apague el fuego, y el que lleva la cola el agua necesaria, estaba lista para usar cuando uno levantaba la varilla y la cola caía como un hilo, por eso la importancia de la cantidad de agua, la que se ponía a ojo de buen cubero. Si estaba aguachenta no pegaba. Con esta cola se tenía que trabajar muy rápido y si era mucho a encolar con un ayudante, pues al tomar aire se secaba rápido. Cada tanto había que limpiar el colero, pues como es lógico a veces se ensuciaba y esto se lograba poniéndolo dentro de un tarro grande con agua a la noche y al otro día ya se podía lograr el objetivo. Casi todos los días se encolaba algo, así que lo primero era prender fuego, tomar mate (más vale) y poner a calentar la cola, para este menester había un lugar ya designado y era lejos de cualquier peligro de incendio por razones obvias. Cuando aparecieron los muebles en general, es decir de uso masivo, sin estilo definido, como ser roperos, cómodas, mesas de luz , trinchantes etc. para abaratarlos pero darles la apariencia de muy buena calidad se los enchapaba con cola caliente con un martillo especial, que era el martillo valga la redundancia, de “enchapar”. Las chapas más comunes eran las de nogal, raíz de nogal, cedro, petiribi etc. El procedimiento era el siguiente, no se si ya lo describí anteriormente pero bien vale la pena repetirlo, pues realmente eran unos artistas no artesanos, el que hacía este trabajo era (en una fábrica de muebles)oficial. Continúo… la madera más usada tanto para muebles como para aberturas era el pino blanco (importado por supuesto) como se hacía todo a mano, se cortaba, se cepillaba, esta madera era una “manteca” , construído se procedía a enchaparlo. También había otros tipos de cola caliente, como ser la de conejo, que se la usaba igual que ésta al “baño María” y era placas muy finas y traslúcidas como un vidrio era usada para instrumentos musicales (violines, chelo etc.). El colero Nº 8/0 era usado para trabajar en obra, es decir uno se trasladaba con banco de carpintero, baúl de herramientas y todo lo que fuere necesario (mas vale que el baúl tenía candado) supongamos las aberturas a ajustar y colocar y hacer todas las terminaciones, puertas, ventanas, placares, zócalos etc. Con el tiempo apareció la cola fría en polvo, era una cola medio granulada y al revés de esta se la preparaba con agua, pero fría es decir natural, en cualquier tarro y la proporción era de dos partes de agua y una de cola, se la batía bien y se la dejaba descansar hasta que se homogeneizara luego se procedía a encolar. Aquí ya aparecieron los muebles emplacados, mas baratos, se los hacía en serie para abaratar costos. Las mueblerías siempre existieron, estaban los muebles de estilo: FRANCES, CHIPENDALE, YNGLES etc. Que todavía los hay y daban grandes facilidades para la compra de muebles en general y ahí cambio del “enchapado” al “emplacado”, que se hacía con un bastidor cola fría y terciado de ambos lados. Los más ordinarios eran de terciado de 3 mm de grueso, de una calidad media. Acá yo conocí el terciado (la norma de calidad era la letra b) bb (se pedía 2 b) muy buena, bbb buena, después venía un terciado que era usado para fondos, de muebles, cajones, interiores. Como todo se acaba en esta vida, la famosa selva brasileña y paraguaya empezaron a aparecer terciados de maderas que se usaban para embalajes, ojo aquí en Uruguay porque si uno va a BS AS ahí hay de todo pero como dice el refrán “lo que cuesta vale” hay que ponerse. También apareció la madera aglomerada, que es madera triturada unida con cola vinílica a una presión de 500 KG por M2 en prensas hidráulicas especiales en paneles de todos los gruesos, con esto aparecieron los laminados plásticos (como ser fórmica que es una marca) y ahora el fibro-fácil al que se le agrega la melamina del color y la textura que se le ocurra, es decir los materiales para hacer muebles día a día van cambiando, pero un consejo, hágalos de madera-madera.